La depresión postvacacional o
también conocida como síndrome postvacacional, se refiere a la ansiedad o
presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas o a nuestro
puesto de trabajo tras un período de descanso o vacaciones. Más que una
enfermedad, está considerado como un proceso adaptativo a la vida laboral que
para algunas personas puede llegar a resultar muy difícil.
Los síntomas más frecuentes son
cuadros de estrés agudo con malestar, ansiedad, depresión, disminución del
rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento de las frecuencias respiratoria
y cardíaca, temblores, cambios de humor… Aunque estos síntomas se manifiestan
con más frecuencia en mujeres también se pueden dar en hombres. En caso de que
estos síntomas perduren en el tiempo puede surgir un estrés crónico.
Este tipo de depresión se puede
deber porque la vuelta a la vida laboral incluye cambios notorios como
alteraciones de horarios, obligaciones y el estilo de vida en general.
Como tratamientos, en el caso de
llegar a prolongarse en el tiempo sería necesario acudir a un especialista,
pero de tratarse de una temporada, las recomendaciones serían empezar de manera
gradual en el trabajo, aprovechar los tiempos de descanso, dormir adecuadamente,
mantener horarios regulares, no llevarse trabajo a casa, hacer ejercicio,
mantener una actitud positiva, plantear los problemas laborales de forma simple…
Con todo, esta depresión no es
muy frecuente ya que la vuelta a la vida laboral no suele suponer un impacto
muy fuerte en la gente hasta el punto de llegar a ser un trastorno.
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