viernes, 25 de noviembre de 2016

Trastornos del espectro autista (2)

En relación a lo comentado ayer sobre el TEA, conviene especificar algunas de las características del síndrome de Asperger, en concreto, por ser uno de los trastornos más conocidos dentro del grupo TEA. 
Los niños con este diagnóstico tienen severas y crónicas incapacidades a nivel social, conductual y comunicacional. Aun así, de forma general, tienen más posibilidades de ser más independientes que las personas con autismo.
El autismo clásico suele diagnosticarse antes de los tres años, mientras que los diagnosticados de Asperger suelen ser niños mayores e incluso adolescentes. Las personas diagnosticadas con Asperger son diferentes entre si, pero habitualmente, presentan un pensamiento lógico e hiperrealista. Aunque sí quieren relacionarse, presentan grandes problemas a la hora de hacer amigos. Son muy sensibles a sonidos, colores, luces, olores, etc. De forma general, se centran de forma notable en un tema y objeto, y en lo que se refiere a la movilidad, suelen ser torpes en deportes.
A la hora de comunicarse, suelen tener un vocabulario culto, en contraposición al autismo clásico. Además, presentan de forma generalizada, buena memoria, aunque tengan dificultades a la hora de integrar la información.
Cabe resaltar que un adecuado diagnóstico temprano, un ambiente familiar favorable y una educación adecuada a las características del niño son fundamentales para una mejor adaptación social y laboral.

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