viernes, 25 de noviembre de 2016

Trastorno Bipolar

El trastorno bipolar es una enfermedad mental severa que provoca cambios de ánimo poco comunes en las personas que lo padecen. Dichas personas pueden pasar de una euforia inmensa a un estado de tristeza y desesperanza absoluta, y así sucesivamente. Estos extremos reciben una serie de nombres, manías, en el caso del estado de euforia; y depresiones cuando se trata del estado de tristeza.

Este tipo de trastorno suele durar toda la vida y con frecuencia tiene su inicio en los últimos años de la adolescencia o al comenzar la edad adulta, aun así, también existe la posibilidad de que los niños lo padezcan.

Dentro del trastorno bipolar se han identificado cuatro subgrupos, que son los siguientes: está el trastorno bipolar I, en el que la persona experimenta episodios maníacos tan severos que necesita atención hospitalaria; el trastorno bipolar II, que cuenta con episodios depresivos combinados con episodios hipomaníacos, el trastorno bipolar no especificado, cuando la persona cuenta con síntomas pero no llegan a alcanzar el nivel de gravedad del tipo I o II sin embargo están en una categoría superior a la normal; y por último, el trastorno ciclotímico o tambén conocido como ciclotímia, que se trata de una forma leve de bipolaridad.

Con respecto a las causas de este trastorno, todavía es algo que no está del todo claro y sobre lo que se siguen haciendo investigaciones. Además, existen una serie de factores que contribuyen a la aparición de este, y son, los genes, ya que se sabe que la enfermedad es hereditaria; y la anormalidad en la estructura y funciones del cerebro.


Este tipo de trastorno no tiene cura pero existen una serie de tratamientos que ayudan a reducir y controlar los episodios. Para esto, se usan medicamentos de distintos tipos, terapias de distintas clases como por ejemplo las terapias de diálogo, y a mayores existen otras alternativas para aquellas personas que no responden ante los medicamentos ni terapias y es el uso de técnicas electroconvulsivas o también denominado terapia de choque. En la mayoría de los casos, el tratamiento ayuda a reducir la frecuencia y severidad de los episodios, por lo tanto, facilita el hecho de llevar una vida sana y productiva. La ausencia de tratamiento en personas que padecen trastorno bipolar puede llegar a dañar las relaciones personales, afectar a su mundo académico y/o laboral o incluso derivar en suicidio.


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