martes, 29 de noviembre de 2016

Trastornos alimenticios

Los trastornos de la conducta alimentaria engloban varias enfermedades crónicas y progresivas que, a pesar de que se manifiestan a través de la conducta alimentaria, en realidad consisten en una gama muy compleja de síntomas entre los que prevalece la alteración o distorsión de la auto-imagen corporal y temor absoluto a subir de peso.

Algunos de los síntomas que caracterizan la aparición de un trastorno alimenticio son: actitudes obsesivas respecto a las dietas, disminución importante de peso. Comer a solas, contar las calorías de los alimentos ingeridos, cambios en el carácter, verse gordo, encerrarse en el baño después de comer, realizar ejercicio de manera excesiva y obsesiva, sentir nerviosismo al estar cerca de la comida, baja autoestima, frustración por tener sobrepeso, comparaciones con otras personas, depresión, culpa, darse atracones de comida, vergüenza, sueño, irritabilidad, cansancio constante…

Este tipo de trastornos suelen estar causados por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico. Existen una serie de factores que contribuyen a la aparición de estos trastornos como son los factores personales, enfermedades gastrointestinales, la pubertad temprana, problemas previos de obesidad; los factores familiares, antecedentes, prejuicios; y los factores socioculturales, como el mito de la belleza, discriminación y rechazo, la influencia de los medios de comunicación…


En cuanto al tratamiento que se sigue en estos casos, puede ser: psicológico, orientado a conseguir cambios duraderos en los pensamientos del paciente; nutricional, donde se aconseja sobre hábitos saludables de alimentación y advertir sobre los no saludables; y por último el farmacológico, que se combina con el psicológico en caso de precisar de medicación, este se da en casos de trastornos por atracones o para resolver depresiones, ansiedad o impulsividad.


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