Somos un equipo formado por estudiantes de enfermería en la Universidad de Santiago de Compostela.
En este blog os hablaremos sobre diferentes enfermedades mentales y algunas curiosidades sobre las mismas.
La filofobia es el miedo, como su propio nombre indica, a enamorarse. La persona que lo padece sufre crisis de ansiedad y estrés ante una relación afectiva. El problema de este tipo de fobia es que la persona que lo tiene se aisla y evita conocer o mantener cualquier tipo de relación con la gente por el pánico que le produce establecer un lazo emocional fuerte con alguien.
La fobia escolar es la incapacidad, parcial o total, de un niño de acudir al colegio, ya que algún aspecto relacionado con el ámbito escolar produce en el niño un temor irracional.
Los niños que la padecen, tienen una gran dificultad para asistir a la escuela, por lo que pueden producirse largos períodos de absentismo; al contrario de las situaciones de negligencia por parte de los padres, en esta situación, los progenitores se muestran preocupados por la reiterada falta al colegio. Se debe aclarar que no son conductas de "hacer novillos", ya que por lo general los padres son conocedores de la situación; tampoco se trata de un absentismo escolar voluntario.
Está considerado un trastorno emocional severo. La idea de acudir a clase, produce una angustia anticipatoria, aumentando los síntomas al anochecer y teniendo su pico máximo antes de ir al colegio; los síntomas van desde la ansiedad, náuseas, hasta diarreas, cefaleas, etc.
En ocasiones se puede concretar un motivo que provoque la ansiedad (miedo a un profesor, a un compañero...) pero generalmente el miedo es irracional. En cuanto a su extensión en la población, las cifras oscilan entre un 0.5% y un 15%.
No se ha encontrado una asociación evidente en un sexo o en otro; es más frecuente a partir de los 12 años y no existen diferencias por clases sociales (el absentismo escolar voluntario sí es más frecuente en clases sociales bajas).
Los niños con fobia escolar no tienen ninguna diferencia en cuanto a intelecto o rendimiento escolar; de la misma forma, tampoco existen diferencias entre hijos únicos o con hermanos (aunque es más frecuente en hijos menores).
En ocasiones se asocian otros trastornos, como trastornos de ansiedad o trastornos depresivos.
El diagnóstico se realiza por la clínica, realizando una entrevista con los padres, una entrevista y valoración del niño, y reuniendo información del colegio.
El tratamiento comprende diferentes aspectos:
Asesoramiento a los padres: lo fundamental es conseguir de forma casi inmediata la asistencia a clase, ya que retrasar la incorporación dificulta la evolución.
Conseguir la colaboración del paciente: es complicado al principio, pero muy relevante; suele conseguirse ofreciendo al niño decidir en algún aspecto de su reincorporación.
Técnicas de modificación de conducta, como puede ser entrenarse en técnicas de relajación, autorrefuerzo, exposición controlada al estímulo que desencadena la fobia...
Tratamiento farmacológico: Puede ser útil un ansiolítico en las primeras fases(en caso de utilizarlo, debe ser el menor tiempo posible) No está demostrada la eficacia de los antidepresivos en la fobia escola, pero en casos es necesario su uso.
La acuafobia, o hidrofobia, es el miedo
irracional al agua, ya sea al estar cerca de una piscina o de las olas del mar,
a ser salpicado por un líquido o mojado por la lluvia. Es por esto que esta
fobia es peligrosa, en el sentido de que puede provocar una mala higiene en la
persona, lo que puede derivar en infecciones, etc.
Se piensa que las causas de esta
fobia pueden ser; el haber tenido alguna experiencia traumática con el agua u
otros líquidos, por cultura e incluso por causas biológicas.
Cuando una persona con acuafobia
se moja o se acerca mucho al agua, padece una serie de síntomas, que pueden
ser: temblores, aumento de la frecuencia cardíaca, ansiedad y pánico, aumento
de la tensión arterial, respiración entrecortada, sudoración, frío, risa
nerviosa y agresividad en casos extremos o en determinadas situaciones.
Como la mayoría de las demás
fobias, la acuafobia se trata con ayuda de un especialista psicoterapeuta. En
estas sesiones, se intentará resolver la cuestión de cuál es la causa de ese
miedo irracional, para luego intentar afrontarla y poder, con ello, superar el miedo. Además, se irá poniendo en contacto al paciente con el
agua, tanto real como imaginariamente.
En reglas generales, suelen
responder bastante bien al tratamiento.
La anorexia es uno de los
trastornos alimentarios más frecuentes que provoca en las personas una pérdida
de peso y apetito que se alejan de lo saludable. Las personas con este
trastorno, pueden llegar a tener un miedo intenso a aumentar de peso, realizan
dietas poco saludables para su cuerpo y hacen uso de métodos incorrectos para
bajar de peso. Con frecuencia se suele dar a edades tempranas, en la pubertad y
es más común en mujeres aunque también la padecen los hombres.
Los síntomas más frecuentes de
este trastorno son: la existencia de un miedo intenso a aumentar de peso,
negación a mantener el peso en lo que se considera normal para su edad y
estatura, existencia de una imagen corporal muy distorsionada y que se aleja de
la realidad, cortar los alimentos muy pequeños, hacer ejercicio a todas horas,
negarse a comer con otras personas, uso de diuréticos o laxantes, piel
amarillenta o manchada, depresión, boca seca, sensibilidad extrema al frío,
osteoporosis, pérdida de grasa corporal y atrofia muscular…
Entre las causas que pueden
llegar a desencadenar este trastorno se encuentran la preocupación por el
aspecto y figura, existencia de un trastorno de ansiedad en la niñez, tener una
imagen negativa de sí mismo, haber tenido problemas de lactancia, tratar de ser
perfeccionista…
El mayor desafío con personas anoréxicas
es hacerle ver al paciente que tiene esa enfermedad. Los principales objetivos
del tratamiento son restaurar el peso corporal y modificar los hábitos
alimenticios y esto se puede conseguir a través de programas que cuentan con
una serie de pautas como: aumentar la actividad social, disminuir la cantidad y
frecuencia de actividad física, planificar horarios de comidas… En casos muy
extremos puede llegar a ser necesario el ingreso en el hospital. Además, también
es muy importante y necesario el tratamiento psicológico a través de terapias
como la individual conductista, terapia de grupo o la familiar; el objetivo de
estas es cambiar comportamientos con el fin de estimular al paciente a comer de
manera más sana. También se puede hacer uso de medicinas como antidepresivos,
antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo, que pueden ayudar a
tratar la depresión o la ansiedad pero no a recuperar el peso perdido
anteriormente.
Tipo de trastorno que consiste en el miedo y ansiedad intensos en lugares abiertos o en los que hay mucha gente, es decir, en lugares en los que es difícil escapar.
Se desconoce la causa exacta de este tipo de patología, pero normalmente se produce después de haber sufrido un ataque de pánico en algún lugar de este tipo.
En cuanto a los síntomas, la agorafobia se caracteriza por:
-Sentir temor de quedarse solo.
-Sentir miedo a estar en lugares donde el escape podría ser difícil.
-Sentir miedo a perder el control en un lugar público.
-Dependencia de otros.
-Sentimientos de separación o distanciamiento de los demás.
-Tener temperamento oagitación inusuales
-Permanecer en la casa por períodos prolongados.
También hay ciertos síntomas físicos como:
-Molestia o dolor torácico
-Mareos
-Desmayos
-Asfixia
En cuanto al tratamiento se puede combinar el tratamiento farmacolócico, como medicinas para la depresión, hipnoticos o sedantes, con la terapia psicoterapia.
Aquí os traemos otra fobia, que a
pesar de que su nombre en bastante raro, la mayoría la conoceréis. La
coulrofobia es el miedo irracional a los payasos, esta se da sobre todo en
niños, pero también hay muchos adultos que la padecen.
Cuando una persona con
coulrofobia está en presencia de un payaso, o ve la imagen de uno, puede sufrir
una serie de síntomas, que van desde respiración entrecortada, sensación de
pánico, sudoración, temblores a taquicardias.
Generalmente, la causa de este
miedo es el hecho de haber tenido algún momento traumático relacionado con
ellos, y también puede deberse a las sensaciones que su maquillaje les produce
a algunas personas, y es que los colores vivos, las sonrisas exageradas y la
nariz roja, pueden causarle pánico a más de uno.
Dado que a cada uno le afecta de
forma distinta, y es provocado por distintas causas, no existe un tratamiento
universal, pero lo que sí suele hacerse para tratar esta fobia, es acudir a un
psicoterapeuta. Lo más común es que este inicie un proceso de desensibilización,
en el cual el paciente irá acostumbrándose progresivamente a ver la imagen de
un payaso, llegando incluso a estar en presencia de uno sin sufrir ninguno de
los síntomas anteriores. También es importante muchas veces, localizar el hecho
en concreto que desencadena la fobia, cuando esta se debe a un momento
traumático con un payaso, para luego intentar afrontarla.
Los trastornos de la conducta
alimentaria engloban varias enfermedades crónicas y progresivas que, a pesar de
que se manifiestan a través de la conducta alimentaria, en realidad consisten
en una gama muy compleja de síntomas entre los que prevalece la alteración o
distorsión de la auto-imagen corporal y temor absoluto a subir de peso.
Algunos de los síntomas que
caracterizan la aparición de un trastorno alimenticio son: actitudes obsesivas
respecto a las dietas, disminución importante de peso. Comer a solas, contar
las calorías de los alimentos ingeridos, cambios en el carácter, verse gordo,
encerrarse en el baño después de comer, realizar ejercicio de manera excesiva y
obsesiva, sentir nerviosismo al estar cerca de la comida, baja autoestima,
frustración por tener sobrepeso, comparaciones con otras personas, depresión,
culpa, darse atracones de comida, vergüenza, sueño, irritabilidad, cansancio
constante…
Este tipo de trastornos suelen
estar causados por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso
corporal y el aspecto físico. Existen una serie de factores que contribuyen a
la aparición de estos trastornos como son los factores personales, enfermedades
gastrointestinales, la pubertad temprana, problemas previos de obesidad; los
factores familiares, antecedentes, prejuicios; y los factores socioculturales,
como el mito de la belleza, discriminación y rechazo, la influencia de los
medios de comunicación…
En cuanto al tratamiento que se
sigue en estos casos, puede ser: psicológico, orientado a conseguir cambios
duraderos en los pensamientos del paciente; nutricional, donde se aconseja
sobre hábitos saludables de alimentación y advertir sobre los no saludables; y
por último el farmacológico, que se combina con el psicológico en caso de
precisar de medicación, este se da en casos de trastornos por atracones o para
resolver depresiones, ansiedad o impulsividad.
La hemofobia se define como el miedo exagerado a la sangre. En general, las personas hemofóbicas presentan miedo de su propia sangre, así como a la de las demás personas y animales; en algunos casos, las personas pueden padecer reacciones fóbicas con el hecho de observar fotografías o al escuchar hablar sobre sangre.
En cuanto a los síntomas, varían mucho en función de la persona. Algunas de las personas hemofóbicas, al presentarse el estímulo que desencadena la reacción, presentan una subida de la tensión arterial, así como una frecuencia cardíaca alta. Otros, sin embargo, pueden sufrir una bajada de tensión pudiendo llegar al desmayo. Los síntomas más comunes son los mareos, la confusión, el temblor, el sudor, etc. Además, el ofidofóbico suele desarrollar miedo con objetos relacionados con la sangre: cuchillos, agujas, jeringas, etc.
Puede no haber ninguna fuente ni experiencia que cause el trauma, pero generalmente, la hemofobia se origina en base a una experiencia de la vida real, pudiendo derivar en miedo a inyecciones o miedo a desmayarse. También existen fuentes secundarias de exposición, como películas, alguna historia traumática de algún conocido...
En cuanto al tratamiento, existen muchas terapias psicológicas basadas en la desensibilización gradual de la fobia. Debe llevarse a cabo bajo la supervisión de una persona especializada, ya que los intentos caseros pueden tener el efecto contrario y empeorar la situación. También se pueden utilizar medicamentos contra la ansiedad.
En un ámbito sanitario, debemos intentar comprender el miedo a la sangre, ya que burlas y bromas pueden crear más ansiedad en la persona.
Referencias: -Hemofobia. Causas y tratamiento del miedo a la sangre [Internet]. GuíaPsicología.com. 2016 [cited 28 November 2016]. Available from: http://guiapsicologia.com/fobias/hemofobia/
Este tipo de trastorno está relacionado con la imagen corporal y con la distorsión de esta, la persona siente una constante y excesiva preocupación por algún defecto físico, ya sea real o imaginario. Si tal defecto físico existe en la realidad, los niveles de ansiedad experimentada son desorbitados, ya que lo perciben de un modo exagerado, pudiendo llegar a tener problemas emocionales importantes o aislamiento social.
Como todas las patologías relacionadas con los defectos físicos, comienzan en la adolescencia. Puede ser consecuencia de una baja autoestima o por ser víctima de acoso escolar o algún tipo de burla durante la infancia.
La dismorfofobia puede llevar a la persona afectada a sufrir graves trastornos emocionales, como por ejemplo ansiedad, depresión, aislamiento social...
Normalmente, este tipo de sídrome se da en personas de clase alta, estas utilizan su dinero para grandes tratamientos de estética, maquillaje, ropa y muchos de ellos para operaciones de tipo estético.
Puesto que seguimos con las
fobias, aquí os traigo una un tanto peculiar, la catoptrofobia o eisoptrofobia.
La mayoría os preguntaréis en qué consistirá esta fobia de nombre tan peculiar…
Pues bien, no es otra cosa que miedo a los espejos, tratándose este de un miedo
irracional, ya sea a pasar por delante de uno, o a mirar a los ojos a la
persona reflejada en el espejo.
Las personas que padecen esta
fobia no pueden controlar el hecho de que huyan de los espejos, y es que para
algunos el miedo es tal, que sufren ataques de pánico.
Aún no se sabe bien, si el miedo
es al espejo en sí o a la persona reflejada, y se piensa que la causa puede ser
por un hecho traumático relacionado con ellos, por tener baja autoestima y no
poder evitar juzgarse al verse, o por
supersticiones tales como que estos son puertas al mundo sobrenatural o de que
te pueden observar a través de uno… Lo que sí se sabe, es que quienes la tienen, sufren de respiración entrecortada, sudoración, aumento del latido cardíaco y/o
ansiedad.
Mucha gente que la padece tiene
que recurrir a un psicólogo y a métodos terapéuticos para poder superarla.
Entendemos como fobia, una manifetación de la conducta que conlleva un comportamiento irracional por parte de la persona que la sufre. Esto provoca que el individuo intente envitar por todos los medios el objeto/situación que produzca ese comportamiento asociado al terror.
Las serpientes, desde los principios de la humanidad, fueron animales asociados a mitos, leyendas, creencias religiosas, etc. Desde siempre han llamado la atención por sus características: viscosidad, ausencia de parpadeo, que puedan morderte, que sean venenosas...Edward Osborne Wilson, biólogo reconocido a nivel mundial, afirma que la ofidofobia incluso puede sercausa de la propia evolución de la humanidad.
Ahora bien, ¿qué es la ofidofobia?
Se entiende por ofidofobia un persistente, anormal e injustificado miedo a las serpientes (si la fobia es generalizada a los reptiles y anfibios, se denomina herpetofobia). Es una de las fobias más frecuentes; debemos distinguir el miedo o el desagrado a las serpientes de la ofidofobia: una persona con ofidofobia no sólo se asusta cuando enfrenta a una serpiente real, si no que siente temor, en mayor o menor grado, al pensar en el animal o verlo en una foto o vídeo.
Las reacciones que se producen son variadas, pudiendo pasar por: náuseas, mareos, llanto, temblores, etc.
El miedo a las serpientes puede venir determinado por diferentes factores: alguna experiencia con estos animales, algún familiar o amigo ofidofóbico que contagie su miedo a otra persona, un miedo irracional adquirido, por ejemplo, al observar un documental...
Como la mayoría de trastornos de la ansiedad, existen métodos para aliviar los síntomas (desensibilización, hipnosis, hablar con un psicólogo...); gracias a ellos, es posible que la persona pueda poco a poco ir perdiendo el temor, pero nunca se debe forzar el contacto con el animal, ya que la serpiente puede percibir el nerviosismo de la persona.
La depresión postvacacional o
también conocida como síndrome postvacacional, se refiere a la ansiedad o
presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas o a nuestro
puesto de trabajo tras un período de descanso o vacaciones. Más que una
enfermedad, está considerado como un proceso adaptativo a la vida laboral que
para algunas personas puede llegar a resultar muy difícil.
Los síntomas más frecuentes son
cuadros de estrés agudo con malestar, ansiedad, depresión, disminución del
rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento de las frecuencias respiratoria
y cardíaca, temblores, cambios de humor… Aunque estos síntomas se manifiestan
con más frecuencia en mujeres también se pueden dar en hombres. En caso de que
estos síntomas perduren en el tiempo puede surgir un estrés crónico.
Este tipo de depresión se puede
deber porque la vuelta a la vida laboral incluye cambios notorios como
alteraciones de horarios, obligaciones y el estilo de vida en general.
Como tratamientos, en el caso de
llegar a prolongarse en el tiempo sería necesario acudir a un especialista,
pero de tratarse de una temporada, las recomendaciones serían empezar de manera
gradual en el trabajo, aprovechar los tiempos de descanso, dormir adecuadamente,
mantener horarios regulares, no llevarse trabajo a casa, hacer ejercicio,
mantener una actitud positiva, plantear los problemas laborales de forma simple…
Con todo, esta depresión no es
muy frecuente ya que la vuelta a la vida laboral no suele suponer un impacto
muy fuerte en la gente hasta el punto de llegar a ser un trastorno.
Llamado también juego patológico o compulsivo, es un problema psicológico por el que la persona siente el impulso de jugar y no es capaz de negarse.
Consiste en una conducta que resulta placentera realizada de forma repetitiva (adicción sin sustancia). Esto implica una pérdida de control de la persona, que además, ve incrementada su tolerancia: necesita aumentar la conducta para conseguir el efecto. Al igual que en las adicciones con sustancias (alcohol, tabaco, cannabis, etc), si se ve interrumpida la conducta, se produce el síndrome de abstinencia.
En relación a sus efectos,tenemos:
Aspectos psicológicos: Suelen presentar apatía, depresión, así como ansiedad, culpabilidad e incluso ideas suicidas.
Aspectos económicos: Se generan deudas, lo que conlleva un empobrecimiento.
Aspectos sociales: La persona se aisla, deja de tener aficiones, así como va perdiendo amistades. De la misma forma, son frecuentes las mentiras a la familia, con el consiguiente deterioro de la relación.
Aspectos laborales: Se produce un descenso en la concentración, así como del rendimiento laboral.
Aspectos legales: Pueden verse asociados robos y hurtos con el fin de minimizar las pérdidas económicas, lo que conlleva problemas judiciales severos.-Área somática: Generalmente desemboca en insomnio, anorexia, dolores de cabeza, estómago, etc.
Las personas que tienen problemas con el juego suelen abusar así mismo de sustancias, y suelen tener trastornos de la personalidad asociados.La ludopatía es más común en varones jóvenes. Las mujeres ludópatas suelen inicarse más tardiamente, aunque en los últimos años ambos sexos se están igualando. Las personas inquietas, aburridas, adictas al trabajo y competitivas tienen mayor tendencia hacia la ludopatía. Existe también una influencia de los progenitores; si estos han tenido un problema con el juego, las posibilidades de padecerlo son mayores.
Para tratar la ludopatía, se debe realizar un enfoque amplio: Por una parte psicoterapia, para ayudar a reducir el impulso de jugar, por otro lado medicamentos como antidepresivos, y la adhesión a un grupo de autoayuda; aún así, no siempre es posible evitar las recaídas.
Referencias: -Qué es el Juego Patológico o Ludopatía? :: Centro de Asistencia Terapeútica :: CAT Barcelona [Internet]. Cat-barcelona.com. 2016 [cited 27 November 2016]. Available from: http://www.cat-barcelona.com/faqs/view/que-es-el-juego-patologico-o-ludopatia -Ludopatía | FEJAR - Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados [Internet]. Fejar.org. 2016 [cited 27 November 2016]. Available from: http://fejar.org/ludopatia/ -Ludopatía. Síntomas, tratamiento y complicaciones [Internet]. GuíaPsicología.com. 2016 [cited 27 November 2016]. Available from: http://guiapsicologia.com/ludopatia/
Como ya hemos hablado de la ansiedad, vamos a hablar ahora de una de sus causas, el estrés. Se trata de un sentimiento de tensión, tanto emocional como física, que provoca frustación, nerviosismo y/o furia en el paciente.
Para establecer un limite entre estrés y ansiedad debemos explicar que, para que exista estrés debe de haber un motivo, una fecha limite para un trabajo, un examen... Sin embargo, la ansiedad aparece cuando este estrés se prolonga después de que es motivo o factor estresante haya desaparecido.
Se pueden diferenciar dos tipos de estres, el estrés agudo y el crónico.
- El estrés agudo desaparece rapidamente, es decir, es a corto plazo. Este tipo ayuda a controlar ciertas situaciones peligrosas.
- El estrés crónico dura un período de tiempo más amplio. Si este se prolonga demasiado en el tiempo podría llevar a la persona a padecer lo siguiente:
Presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, diabetes, obesidad, depresión o ansiedad, problemas en la piel o menstruales, dolores de cabeza y musculares, falta de energia y concentración, cansancio, problemas para dormir, o incluso empleo de alcohol u otras drogas para relajarse.
Este trastorno es conocido porque las personas que lo padecen se arrancan el pelo. Normalmente, suelen arrancarse más el de la cabeza, aunque también pueden arrancarse el de las cejas, pestañas y pubis, y sobretodo lo hacen en situaciones en las que no "tienen nada que hacer", como ver la tele, leer, etc. Además, este trastorno suele estar relacionado con un trastorno obsesivo compulsivo, y es que pueden llegar a arrancárselo de manera irracional, y puede derivar en tricofagia cuando además de arrancarse el pelo, se lo comen.
Por otro lado, se distinguen dos tipos de tricotilomanía; la focalizada, en que la persona se da cuenta de que se lo arranca, y sedentaria o automática, cuando esta no es consciente de que se lo arranca hasta que le ven los pelos en las manos.
Normalmente, tiene mejor pronóstico la automática y cuando esta se da en la niñez, pero si se da en la adolescencia, puede llegar a ser una enfermedad crónica.
Las causas de este trastorno suelen ser situaciones de estrés y/o ansiedad, además de sufrir una gran presión, ya sea por el jefe, los padres o los profesores.
Su tratamiento suele ser psiquiátrico o psicológico, y también es importante que la persona matenga el cabello limpio y brillante (las ganas de arrancarlo aumentan si está descuidado) y hacer ejercicio físico, pues este disminuye el estrés y hace que liberen energía acumulada.
- Referencias:
Tricotilomanía o arrancarse el pelo - Psicóloga Vero [Online]. Psicologa.jimdo.com. 2016 [Acceso 26 Noviembre 2016]. Disponible en: http://psicologa.jimdo.com/art%C3%ADculos-de psicolog%C3%ADa/tricotiloman%C3%ADa-o-arrancarse-el-pelo/
La depresión posparto o también
conocida como depresión posnatal, es un tipo de depresión que afecta a una
mujer después de que ha dado a luz (meses después o incluso un año más tarde).
Con menos frecuencia puede afectar también a los hombres.
Existen dos tipos de depresión
posparto: la baby blues, que es mucho más leve, y la depresión posparto
propiamente dicha. Ambas están consideradas como tratables.
El sentimiento de ansiedad,
irritación, tristeza o llanto e inquietud son síntomas comunes de los primeros
meses posparto, lo que llamamos tristeza posparto y suele desaparecer al poco
tiempo. Si estos síntomas persisten en el tiempo se comienza a desconfiar de la
existencia de una depresión. Los síntomas más frecuentes en la depresión
posparto suelen ser los mismos que los de una depresión corriente, agitación e
irritabilidad, grandes cambios en el apetito, sentimiento de inutilidad,
pérdida de la concentración, pérdida de energía, pensamientos de muerte o
suicidio, dificultad para dormir… Además, una madre que padece depresión
posparto puede ser incapaz de cuidar de su bebé o incluso de sí misma, sentir
temor de quedarse a solas con el bebé, tener pensamientos negativos hacia el
bebé o incluso llegar a querer hacerle daño…
Los factores que pueden llegar a
desencadenar la depresión posparto son crisis frecuentes de ansiedad o
depresión durante el embarazo, haber sufrido depresión previamente,
antecedentes familiares, estrés causado por el cuidado infantil, falta de apoyo
social, dificultades en la pareja, baja autoestima, existencia de embarazo no
deseado, bajos recursos económicos…
El tratamiento, en estos casos,
depende de la lactancia ya que los medicamentos pueden afectar o alterar este
proceso. También, es posible la participación de un especialista en salud
mental en este proceso de recuperación, también se emplean la terapia
conductual cognitiva o la interpersonal. Además, también es importante el apoyo
de la familia, amigos y /o compañeros de trabajo. La ausencia de tratamiento en
este tipo de depresión puede poner en riesgo a la madre afectada o incluso al
bebé.
También conocido como desorden disociativo de la identidad, este está caracterizado porque una misma persona posee dos o más personalidades diferentes, conocidas como "alter egos". Cada uno de estos alter egos tiene recuerdos propios, y cuando está presente uno, los demás desaparecen por completo. Los síntomas suelen ser creencias y actitudes múltiples, muy diferentes unas de otras, paranoias, miedo, pérdida de memoria, etc.
Estoy segura de que os sonará a más de uno, y es que este trastorno ha sido muy utilizado en las películas; tales como en Golum de "El señor de los anillos", Dr. Jekyll y Mr. Hyde o incluso en la famosa películade terror, "Psicosis".
No se sabe bien la causa de esta disociación de la identidad, pero lo que más se considera es que sea por antecedentes muy traumáticos, abusos infantiles o con problemas innatos de memoria disociativa. Es por esto que los niños que han tenido infancias muy duras, tengan más posibilidades de padecer este trastorno.
Finalmente, decir que este problema no se cura solo, si no que necesita tratamiento terapéutico. Este consiste en integrar todas las personalidades en una, e intentar que el paciente haga frente a ese trauma; siempre intentando aliviar los síntomas y sufrimientos de la misma.
- Referencias:
¿Qué es la personalidad múltiple? [Online]. Vix. 2016 [acceso 26 November 2016]. Disponible en: http://www.vix.com/es/btg/curiosidades/2011/07/06/que-es-la-personalidad-multiple
La cleptomanía consiste en un complejo trastorno que se
caracteriza por la necesidad de robar, con el fin de satisfacer un impulso. Son
personas incapaces de reprimir el acto.
Generalmente la persona cleptómana tiene cierta tendencia
a robar un determinado tipo de objeto, y de forma posterior al robo, en
la mayoría de los casos presentan pensamientos de culpabilidad.
La cleptomanía suele asociarse a enfermedades de tipo mental (como
depresión, TOC, bulimia, inestabilidad emocional...), ya que la excitación que
produce el hurto, puede ayudar a aliviar los síntomas depresivos.
Se desconoce la causa de su aparición, aunque se sospecha de que podría tener
un componente genético. Se estima que son
cleptómanos un 0.6% de la población general, siendo más frecuente en mujeres.
Para ser diagnosticado, la persona tiene que admitir
tener realizado robos de objetos que no sean necesarios ni que tengan la finalidad de venderse, debe haber sentido tensión antes del robo, y placer una vez que se
comete. Además, el robo no puede tener intención de venganza.
En cuanto al tratamiento, se utiliza fluoxetina y
naltrexona (antidepresivos), aunque debe realizarse una terapia con un
psicólogo. El pronóstico es muy variado y depende de múltiples factores que
rodeen a la persona afectada.
Bibliografía:
-Cleptomanía. Síntomas, causas y tratamiento [Internet]. GuíaPsicología.com. 2016 [cited 26 November 2016]. Available from: http://guiapsicologia.com/cleptomania/
La dislexia es un trastorno que afecta a la lectura y a la escritura, dificultando el aprendizaje, por lo tanto se da en niños pequeños que comienzar a leer y escribir.
Los niños que padecen esta patología no tienen ningún otro tipo de discapacidad como puede ser visual, motriz o de cualquier otro tipo. El origen de la dislexia puede venir dado por una alteración del desarrollo del cerebro.
Las personas que padecen esta enfermedad son personas inteligentes sin ningún tipo de dificultad añadida que no tenga que ver con la lectura y la escritura. A pesar de ser niños con un nivel intelectual normal o alto, la dislexia es una de las causas del fracaso escolar.
Este tipo de patología tiene carácter hereditario, por lo tanto no existe una prevención posible, aunque si es diagnosticada de forma temprana y se utiliza un tratamiento adecuado, se pueden llegar a alcanzar niveles normales y óptimos de lectura y escritura.
La depresión es un trastorno del
estado anímico en el cual la persona que la padece tiene un sentimiento de
tristeza, melancolía, infelicidad, abatimiento, ira o frustración que interfieren
con la vida durante un período de tiempo. Este trastorno puede ocurrir a
cualquier edad, bien en adolescentes, adultos o personas mayores y existen
diversos tipos de depresión en función del desencadenante de esta.
Los síntomas que caracterizan
este trastorno son el estado de ánimo irritable o bajo, la dificultad para
conciliar el sueño o por el contrario el exceso de este, cambio grande en el
apetito, sentimiento de inutilidad, movimientos lentos, inactividad,
pensamientos de muerte o suicidio…
Existen una serie de factores que
pueden contribuir a la aparición de la depresión, a menudo se puede trasmitir
de padres a hijos a través de comportamientos dentro del hogar y en el día a
día, también se puede desencadenar por algún hecho traumático que haya ocurrido,
el alcoholismo también es un desencadenante de esta, cáncer o algún tipo de
enfermedad crónica, aislamiento social…
El tratamiento contra la
depresión puede ser de dos tipos: farmacológico y psicoterapéutico. También puede
contribuir mucho a la mejora de la persona depresiva la comprensión y el cariño
de sus familiares. El tratamiento farmacológico se basa en el uso de
antidepresivos que se emplean para corregir desequilibrios en los niveles de
las sustancias del cerebro como la serotonina. En cuanto al tratamiento psicoterapéutico,
tiene como fin ayudar al paciente a conocerse mejor y cambiar sus malas formas
de pensar, sentir o actuar.
Supongo que la mayoría ya lo conoceréis, o al menos os sonará; y es que este síndrome se caracteriza porque quien lo padece sufre una conducta descuidada, llevando una vida austera y sin lujos. Además, lo más característico, es que la gente acumula grandes cantidades de basura y cosas inservibles en sus casas, hasta tal punto de no saber lo que tienen (como grandes cantidades de dinero guardadas) y de apenas poder caminar con soltura en sus casas. También descuidan su higiene y sufren aislamiento social y reclutamiento en sus hogares.
Normalmente, se da en personas mayores de unos 65 años y que viven solas y sufren algún tipo de enfermedad mental; como demencia, trastorno obsesivo-compulsivo, depresión, etc. También suele darse más en mujeres que en hombres.
Se conocen dos tipos, aquel que se da en personas con alguna enfermedad mental, y el que se da en personas sin ninguna patología psiquiátrica.
La mayoría creeréis que es fácil de diagnosticar, pero no lo es, pues a menudo se confunde con un trastorno obsesivo-compulsivo. La diferencia entre ambos es que, los que tienen trastorno obsesivo compulsivo alegan utilidad en lo que guardan (los de Diógenes no tienen argumentos) y esta no pasa más allá de su vida privada.
Por último, decir que es muy difícil ayudarlos, pues la mayoría no quiere que se les ayude, y en muchos casos, lo principal es tratar las deficiencias nutricionales e higiénicas que conlleva, pues un gran número de personas (el 46%) mueren a los 5 años de ser diagnosticadas.
- Referencias:
Síndrome de Diógenes | DMedicina [Online]. DMedicina. 2016 [Acceso 25 Noviembre 2016]. Disponible en: http://www.dmedicina.com/enfermedades/psiquiatricas/sindrome-diogenes.html
La piromanía es un trastorno
psiquiátrico que se caracteriza por el impulso de iniciar incendios. El
pirómano suele sentir interés y atracción por temas relacionados con el fuego,
como son los vehículos de bomberos, las estaciones de bomberos, las cerillas,
etc. Como muchas enfermedades psíquicas, puede ser crónica o episódica. Afecta
a menos de un uno por ciento de la población, siendo el 90% hombres.
El pirómano no provoca el fuego con
fines con ánimo de lucro o por hacer daño, sino que lo hace como forma de
desestresarse. En adultos se relaciona con otros trastornos como el TOC, y así
mismo, se asocia con síntomas que incluyen depresión, pensamientos de suicidio,
etc.
Para que una personas sea
diagnosticada como pirómana, debe haber provocado incendios de forma
premeditada (sin que tener interés de venganza, motivos económicos, etc),
presentar una fascinación por el fuego, sentir tensión a la hora de provocar
incendios, y, por último, una sensación de relajación o satisfacción al haber
actuado.
En cuanto al tratamiento, se
realiza una terapia en la que se intentan modificar la conducta, aunque si el
pirómano es menor, se debe analizar también la situación familiar.
Bibliografía:
-Piromanía. Síntomas, causas y tratamiento [Internet]. GuíaPsicología.com. 2016 [cited 24 November 2016]. Available from: http://guiapsicologia.com/piromania/
La epilepsia es una patología mental que se caracteriza por las crisis epilépticas que sufre la persona durante un tiempo. Una crisis epiléptica es un momento en el que las neuronas tienen una actividad anormal y descontrolada que normalmente provocan cambios de comportamiento y/o de atención.
En cuanto a las causas de la epilepsia, son muy amplias y diversas. Como síntesis decir que se debe a lesiones en el cerebro, a otra enfermedad que afecta a la estructura cerebral o por causas desconocidas.
Si hablamos de los síntomas de la enfermedad, estos son muy variables. Normalmente cuando una persona va a sufrir un ataque puede sentir hormigueos, malestar general, percibir olores que realmente no hay... En algunos casos los ataques epilépticos son solo ausencia y en otros se llega a perder el conocimiento y a sufrir convulsiones.
La prueba fundamental y más importante para diagnosticar este tipo de patología es el encefalograma, el cual permite ver la actividad eléctrica del cerebro.
El tratamiento que se establece son medicamentos, cambios en el estilo de vida y si la causa de ella es un tumor, podría plantearse la cirugía.
Además de los tratamientos existen ayudas animales similares a las de los invidentes:
El trastorno bipolar es una
enfermedad mental severa que provoca cambios de ánimo poco comunes en las
personas que lo padecen. Dichas personas pueden pasar de una euforia inmensa a
un estado de tristeza y desesperanza absoluta, y así sucesivamente. Estos
extremos reciben una serie de nombres, manías, en el caso del estado de euforia; y
depresiones cuando se trata del estado de tristeza.
Este tipo de trastorno suele
durar toda la vida y con frecuencia tiene su inicio en los últimos años de la
adolescencia o al comenzar la edad adulta, aun así, también existe la posibilidad
de que los niños lo padezcan.
Dentro del trastorno bipolar se
han identificado cuatro subgrupos, que son los siguientes: está el trastorno
bipolar I, en el que la persona experimenta episodios maníacos tan severos que
necesita atención hospitalaria; el trastorno bipolar II, que cuenta con
episodios depresivos combinados con episodios hipomaníacos, el trastorno
bipolar no especificado, cuando la persona cuenta con síntomas pero no llegan a
alcanzar el nivel de gravedad del tipo I o II sin embargo están en una
categoría superior a la normal; y por último, el trastorno ciclotímico o tambén conocido como ciclotímia, que se trata de una
forma leve de bipolaridad.
Con respecto a las causas de este
trastorno, todavía es algo que no está del todo claro y sobre lo que se siguen
haciendo investigaciones. Además, existen una serie de factores que contribuyen
a la aparición de este, y son, los genes, ya que se sabe que la enfermedad es
hereditaria; y la anormalidad en la estructura y funciones del cerebro.
Este tipo de trastorno no tiene
cura pero existen una serie de tratamientos que ayudan a reducir y controlar
los episodios. Para esto, se usan medicamentos de distintos tipos, terapias de
distintas clases como por ejemplo las terapias de diálogo, y a mayores existen
otras alternativas para aquellas personas que no responden ante los
medicamentos ni terapias y es el uso de técnicas electroconvulsivas o también
denominado terapia de choque. En la mayoría de los casos, el tratamiento ayuda
a reducir la frecuencia y severidad de los episodios, por lo tanto, facilita el
hecho de llevar una vida sana y productiva. La ausencia de tratamiento en
personas que padecen trastorno bipolar puede llegar a dañar las relaciones
personales, afectar a su mundo académico y/o laboral o incluso derivar en
suicidio.
En relación a lo comentado ayer sobre el TEA, conviene especificar algunas de las características del síndrome de Asperger, en concreto, por ser uno de los trastornos más conocidos dentro del grupo TEA.
Los niños con este diagnóstico tienen severas y crónicas incapacidades a nivel social, conductual y comunicacional. Aun así, de forma general, tienen más posibilidades de ser más independientes que las personas con autismo. El autismo clásico suele diagnosticarse antes de los tres años, mientras que los diagnosticados de Asperger suelen ser niños mayores e incluso adolescentes. Las personas diagnosticadas con Asperger son diferentes entre si, pero habitualmente, presentan un pensamiento lógico e hiperrealista. Aunque sí quieren relacionarse, presentan grandes problemas a la hora de hacer amigos. Son muy sensibles a sonidos, colores, luces, olores, etc. De forma general, se centran de forma notable en un tema y objeto, y en lo que se refiere a la movilidad, suelen ser torpes en deportes. A la hora de comunicarse, suelen tener un vocabulario culto, en contraposición al autismo clásico. Además, presentan de forma generalizada, buena memoria, aunque tengan dificultades a la hora de integrar la información. Cabe resaltar que un adecuado diagnóstico temprano, un ambiente familiar favorable y una educación adecuada a las características del niño son fundamentales para una mejor adaptación social y laboral.
Como la mayoría sabréis u os
sonará, la amnesia es la pérdida de la memoria; esta puede ser retrógada, si se
olvidan las acciones que se dieron antes de la misma, y anterógrada, si se
olvidan las posteriores a la amnesia. Además, los recuerdos perdidos pueden ir
desde unos pocos segundos, hasta días e incluso años, y las amnesias suelen
durar entre unos segundos, horas y en casos muy graves, estas personas pueden
perder la capacidad de formar nuevos recuerdos.
¿Cómo se produce la amnesia?
El mecanismo de la memoria está
interconectado con otras muchas funciones cerebrales, por lo que si alguna
falla, puede aparecer la amnesia. Entre las causas que se conocen están: un
trastorno nutricional, un traumatismo craneal, encefalitis, alcoholismo, un
tumor cerebral, demencia, estrés mental intenso, etc.
A pesar de lo que sale en las
películas, las personas que tienen amnesia sí tienen problemas en su vida
cotidiana, pues pueden llegar a perderse y olvidar que iban a hacer. Además, la
amnesia no se cura mecánicamente como en estas, como por ejemplo con un golpe
en la cabeza; sino que este originaría más daño. Además, en la mayoría de las
personas se cura sin tratamiento, a no ser que esta sea muy grave.
La esquizofrenia es un diagnóstico
psiquiátrico que se emplea, en personas, para denominar a un grupo de
enfermedades mentales o trastornos mentales graves caracterizados por una serie
de alteraciones de la personalidad, alucinaciones y por la pérdida del contacto
con la realidad. Como cuenta con un carácter deteriorante y que se
diagnosticaba a edades tempranas se le denominó “demencia precoz” en un
principio.
Al contrario que en otras
enfermedades mentales, en esta, no existen pruebas diagnósticas ni exámenes que
ayuden a verificar la existencia de esta enfermedad. En el diagnóstico de la
esquizofrenia se hace uso única y exclusivamente de la observación de aquellos
signos y síntomas que nos indican su presencia, así como de la exploración de
las vivencias de la persona y haciendo uso de las fuentes de información más
cercanas como familiares, amigos o vecinos.
Los síntomas más habituales con
los que cuenta esta patología son: delirios, que consisten en ideas erróneas de
las que el paciente está convencido; alucinaciones, que se trata de percibir
algo que en realidad no existe; trastornos del pensamiento, es cuando el
lenguaje del paciente se hace incomprensible; aislamiento, los pacientes se
encierran en sí mismos; o el deterioro de las emociones, que puede llevar a una
ausencia de los sentimientos donde los pacientes se muestran inexpresivos y se
comportan con frialdad.
Con respecto a las causas de esta
enfermedad, el origen concreto de esta se desconoce pero es posible la
existencia de varios factores que estén implicados en su aparición como:
alteraciones precoces del desarrollo del cerebro, la predisposición genética
(existencia de antecedentes familiares), alteraciones en sustancias del cerebro (neurotransmisores) o infecciones en el embarazo y complicaciones en el parto.
El tratamiento habitual y actual
para esta enfermedad es el uso de medicamentos, denominados neurolépticos o
antipsicóticos. Este tipo de medicamentos tienen la capacidad de corregir y
actuar sobre los desequilibrios de los neurotransmisores. Además, está lo que
conocemos como terapia psicosocial, que consiste en mantener al paciente
ocupado bien a través de talleres, centros de día, grupos de autoayuda…
Como definición general, el Trastorno Obsesivo Compulsivo consiste en un trastorno mental en el que la persona que lo padece tiene pensamientos indeseables y realiza actividades de forma repetitiva, es decir, tienen obsesiones y compulsiones.
El no realizar las actividades de forma repetitiva puede llevarlos a un estado de estrés y ansiedad enorme.
Si nos centramos en la causa de este tipo de enfermedad, no se conoce una concreta. Se cree que se puede deber a lesiones o infecciones en ciertas partes del cerebro, factores genéticos o traumas como consecuencia de abuso físico o sexual.
El problema de las personas que sufren esta enfermedad es que no son capaces de controlar sus pensamientos obsesivos y esto les produce mucha ansiedad ya que pueden llegar a obsesionarse con hacerse daño a ellos mismos o a otros. Como consecuencia de estos pensamientos, la persona realiza una serie de rituales para "aliviar" los pensamientos, como por ejemplo, apagar y encender la luz x número de veces, lavarse las manos una y otra vez...
Para el tratamiento de esta patología se utilizan medicamentos y terapia conductual, en ningún momento la persona esta totalmente libre de cualquiera de sus pensamientos obsesivos, pero si aprenden a controlar la ansiedad y el estrés ante ellos.
Se trata de una enfermedad crónica, por lo tanto no se cura, pero si se puede convivir con ella:
Por último decir que, si os interesa el tema, la película "Mejor imposible" describe este tipo de enfermedad muy bien.
Bajo la denominación de Trastorno del espectro autista (TEA),
se encuentran un grupo de trastornos del desarrollo cerebral (presentan una
amplia gama de síntomas, habilidades y niveles de deterioro o discapacidad).
Seis de cada 1000 niños sufren algún trastorno del espectro autista (por cada
niña que sufre TEA, existen cuatro niños con la misma enfermedad). El TEA
engloba cinco trastornos:
El trastorno autista (autismo clásico)
El trastorno de Asperger (síndrome de Asperger)
El trastorno generalizado del desarrollo no
especificado
El trastorno de Rett
El trastorno desintegrativo infantil
Debido a la amplitud del tema, en esta entrada trataremos el trastorno
autista clásico, y en la siguiente, el síndrome de Asperger. Conviene aclarar que las causas del TEA no se conocen con exactitud. Existe un papel genético, además de una posible relación con factores como la anoxia (falta de oxígeno) durante el embarazo o parto. Las estructuras que se ven afectadas, son la corteza cerebral, el hipocampo y la amígdala.
El síndrome del autismo se caracteriza por dificuldades a
la hora de socializar, dificultad para comunicarse, y conductas repetitivas y
estereotipadas. Desde la infancia, tienden a no prestar atención a las personas
y enfocarse en un objeto durante largos períodos de tiempo. En general no
responden por su nombre y evitan el contacto visual. No comprenden las
variaciones en el tono de voz o en las expresiones faciales, y tienen muchas
dificultades para interactuar con otros niños. Pueden presentar conductas
agresivas con sus propios cuerpos, mordiéndose o golpeándose. Es también
relevante la relación entre autismo y epilepsia, ya que el 25% de los niños con
autismo desarrolla epilepsia al entrar en la edad adulta.
-Autismo
: National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS) [Internet].
Espanol.ninds.nih.gov. 2016 [cited 23November 2016]. Available from: https://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/autismo.htm