El síndrome de alimentación
nocturna consiste en un comportamiento persistente. La gente con este desorden,
a menudo, es inconsciente de sus comidas nocturnas, aunque algunos sienten que
son incapaces de conciliar el sueño sin haber comido previamente. Este síndrome
suele confundirse con la bulimia o con la polifagia, aun así son trastornos
diferentes.
Las personas que padecen este
síndrome presentan síntomas como, saltarse el desayuno y hacer su primera
comida horas después de haberse levantado, consumir la mitad de las calorías
diarias después de la cena, atracones nocturnos de carbohidratos, depresión, ansiedad,
culpabilidad, insomnio o sonambulismo…
Este síndrome tiende a producir
un aumento de peso, de hecho, una de cada cuatro personas con un sobrepeso de
45 kg o más, sufre este síndrome.
Este síndrome puede ser tratado
con medicamentos. La administración de antidepresivos en algunos casos ha
resultado ser de ayuda para controlar este trastorno.
Según un nuevo estudio realizado,
una de las causas podría ser una respuesta anormal al estrés. Las personas que comen durante la noche, presentan un patrón diferente de liberación de hormonas
como respuesta al estrés que las personas que no lo hacen. La terapia para reducir la respuesta del cuerpo al
estrés suprarrenal es una opción que puede ayudar a estos pacientes a superar
la enfermedad.
Otras medidas que pueden ayudar a
superar este trastorno son: cerrar la puerta de la cocina con llave, poner un
candado en la nevera, dejar un vaso de leche desnatada o zumo sin azúcares
añadidos para saciar el hambre, masticar bien la cena, comer avena ya que sacia
bastante y se le puede añadir leche, fruta…
Cerrar con llaves la puerta de la cocina, la heladera, etc. no soluciona nada. El que se levanta de madrugada a comer ... no tengas la más mínima duda de que va a hacerlo. Y tener que subirse a la lámpara del techo para sacar las llaves no hace otra cosa que sumar un riesgo adicional. Un accidente doméstico o algo así. Si alguien sigue este blog podemos compartir experiencias. Saludos a todos, Eduardo
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