El trastorno de adaptación es un
grupo de síntomas como el estrés, sentimiento de tristeza, desesperación o
síntomas físicos que pueden producirse después de haber pasado por un episodio
estresante en la vida. Estos síntomas, se producen por tener dificultades para
hacer frente a este hecho traumático.
Algunas de las causas que desencadenan los síntomas de los que se compone este trastorno pueden ser: la
muerte de un ser querido, divorcio o problemas en una relación, cambios generales
en la vida, enfermedad o cuestiones de salud, mudanzas, catástrofes
inesperadas, preocupaciones o problemas económicos, conflictos familiares o con
amigos…
Los síntomas más frecuentes de
este trastorno son: actuar desafiante o con comportamientos impulsivos,
nerviosismo, lloros, tristeza, desesperación, latidos cardíacos irregulares,
temblores… En ocasiones, los síntomas pueden ser graves y la persona puede
tener pensamientos suicidas o cometer un intento de suicidio.
El tratamiento que se emplea en
estos casos la mayoría de las veces es psicoterapia que puede ayudar al
paciente a identificar o cambiar sus respuestas a factores estresantes en su
vida. La terapia conductual cognitiva es un tipo de psicoterapia que puede
ayudarle a manejar sus sentimientos, alejando la tristeza y desesperanza. La terapia familiar o grupos de
autoayuda también pueden ser muy efectivos a la hora de superar este tipo de
trastorno. Además, el uso de medicamentos puede ayudar si existe nerviosismo,
ansiedad o depresión, siempre y cuando se combine con algún tipo de
terapia.
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