miércoles, 7 de diciembre de 2016

Síndrome de Estocolmo

El síndrome de Estocolmo es un estado psicológico que desarrolla una persona que es secuestrada o detenida en contra de su voluntad. Esta persona desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador hasta tal punto de poder ayudarlos a evadirse de la policía y a alcanzar sus fines.

Según la corriente psicoanalítica, el síndrome de Estocolmo es una suerte de mecanismo de defensa inconsciente del secuestrado, que no puede responder a la agresión de los secuestradores y que se defiende también de la posibilidad de sufrir un shock emocional. De esta forma, se produce una identificación con el agresor.

Este síndrome recibe este nombre por el robo de un banco en la ciudad de Estocolmo que tuvo lugar en 1973 donde tres mujeres y un hombre defendieron a sus secuestradores incluso después de haber terminado el secuestro, que duró 6 días. Se dice incluso que una de las mujeres se comprometió con uno de los secuestradores.

Algunas de las causas de este síndrome pueden ser: que tanto las víctimas como los autores persigan la meta de salir ilesos del incidente, que los rehenes traten de protegerse y por lo tanto cumplan los deseos de los secuestradores o como la pérdida total del control que sufren los rehenes durante el secuestro es difícil de digerir, las víctimas comienzan a pensar y a intentar comprender al secuestrador creando así un vínculo afectivo.


Además, también existe lo que se conoce como el síndrome de Estocolmo doméstico que se da en mujeres que son maltratadas por sus parejas con las que tienen un vínculo de carácter afectivo. La mujer maltratada, puede llegar a adaptarse a esa situación incrementando la habilidad para afrontar estímulos adversos y la habilidad de minimizar el dolor. Estas mujeres acostumbran a presentar distorsiones cognitivas como son la disociación, la negación o la minimización. Esto les permite soportar las situaciones e incidentes de violencia que se ejercen sobre ellas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario