Ornitofobia

La ornitofobia es lo que se conoce como el miedo anormal e irracional que sufren algunas personas hacia las aves en general. Este miedo es poco común y se deriva de la imagen amenazante que tienen algunas aves de presa. Algunas personas pueden tener miedo solo a aves depredadoras como buitres, búhos o lechuzas; mientras que otros tendrán miedo de animales domésticos como periquitos o pequeños pájaros. Las personas que padecen esta fobia pueden tener miedo a que serán atacados por un ave o simplemente estar muy incómodos cuando están cerca de este tipo de animales. A estas personas les aterra pensar en sus alas revoloteando, la forma en la que se mueven, la manera en la que sin temor vuelan hasta la gente esperando por comida, la textura de sus plumas, las enfermedades que trasmiten… El hecho de que las aves puedan llegar a demostrar poco temor hacia los humanos también agrava esta fobia.

Al igual que todas las fobias animales la ornitofobia comienza a raíz de un encuentro negativo con el animal en cuestión. Los roces en la niñez con palomas o gaviotas cuando roban comida son muy comunes. En ocasiones, las aves, vuelan a través de ventanas abiertas o bajan por chimeneas causando un alboroto en el hogar, si la persona en ese momento se encuentra nerviosa puede ser suficiente para desencadenar la fobia.

Esta fobia causa palpitaciones cardíacas, sudor, nerviosismo, comportamientos evasivos en aquellos que la sufren, dificultades para respirar, mareos, náuseas, inhabilidad para hablar o pensar con claridad, miedo a morir, pérdida de control, ataque de ansiedad…

Llegar a la raíz de la fobia es el primer paso para determinar el tratamiento que será más efectivo. El tratamiento óptimo para este tipo de fobia son técnicas de terapia cognitivo-conductual, que consisten en que un terapeuta entrenado ayuda al paciente a confrontar su miedo reemplazando los pensamientos negativos por otros más positivos. El uso de técnicas de relajación también es efectivo a la hora de superar los ataques de ansiedad que se producen en momentos de pánico. Si se trata de una fobia severa, la hipnosis o el uso de medicamentos pueden ser empleados para ayudar en la terapia.